• domingo, 02 de junio de 2024
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SOCIEDAD

iSiMAR, la increíble transformación de éxito de una empresa navarra gracias al diseño

Luis Unceta, actual socio director de la firma, explica cómo fue la reconversión de una fábrica especializada en varilla de metal en un referente en el mobiliario de exterior. 

Luis Unceta, director de la empresa iSiMAR. PABLO LASAOSA
Luis Unceta, director de la empresa iSiMAR, en las instalaciones de la empresa en Noaín. PABLO LASAOSA

Si usted se hospeda en un hotel de Dubai, Estados Unidos o Barcelona, es muy posible que tome asiento en una silla fabricada en la empresa navarra iSiMAR, que tiene su sede en Noain. El caso de esta empresa es un caso de éxito y de transformación meteórica, de cómo una antigua fábrica que hacía jaulas para gallinas ha conseguido, gracias al diseño, colarse en las principales ferias mundiales del sector y vender sus sillas y mobiliario de exterior a buena parte del mundo. 

iSiMAR nació hace más de medio siglo como una empresa familiar centrada en productos creados con varilla de metal y enfocados a las estructuras metálicas, como Súperser en su momento. No eran muchos clientes y el catálogo de referencias era reducido. Con la crisis, sus principales clientes se cayeron y con ello buena parte de su facturación. 

Cuando Luis Unceta, actual socio director de la firma, compró la empresa junto a otros tres socios, no imaginaban cómo el diseño y el cambio de rumbo en los productos que se fabricaban con el mismo material iban a transformar por completo una empresa familiar que mantiene los valores desde su fundación, que se ha adaptado y que ha invertido en diseño y talento para encontrar su verdadero valor añadido. 

Actualmente su crecimiento es del 15% anual, han cerrado 2023 con una facturación de 8 millones de euros y esperan estar en 2024 en 10 millones de euros. Actualmenteel 85% de su producción es mobiliario. Su principal mercado es Estados Unidos y cuentan con una filial en ese país con 6 personas. Tienen showrooms en Nueva York, Miami y Los Ángeles. También tiene presencia importante en México, Francia e Inglaterra. En total, cerca de 45 países distintos. La próxima apuesta es abrir en Dubai, con la idea de apostar mucho por esta zona. 

Su mayor pedido lo tuvieron en noviembre de 2023 con 2.000 sillas tapizadas en un único pedido para un hotel de 5 estrellas en Barcelona. Mantienen una fabricación casi manual, muy poco robotizada, lo que les permite trabajar con muchas referencias y un gran valor añadido cuando los clientes comprueban el modo de elaboración y creación de sus productos. 

¿Qué hicieron cuando en 2012 buena parte de la facturación de la compañía se perdió por la caída de las empresas para las que trabajaban?

Cuando compramos nos creíamos los más listos de la clase. Éramos varios socios y, al final, nos quedamos un amigo y yo. En ese momento ya habíamos decidido que la estrategia de la empresa debía enfocarse hacia el mobiliario exterior con el mismo material con el que hacíamos los trabajos al resto de clientes. Uno de los cuatro socios fue el que nos inspiró. Él tenía una empresa muy grande de iluminación con una pequeña rama de diseño. Así que vimos la luz porque con la fábrica y con todo lo que sabíamos hacer por el material resistente nos enfocamos al mobiliario de exterior, pero no teníamos ni idea de cómo empezar. Ninguno ninguno veníamos del sector.

¿Cómo fue ese inicio de adentrarse en un sector que desconocían?

Hicimos una silla con varilla que aún hoy es la que más vendemos. Vimos que había un Knowhow brutal. Nos dimos cuenta que había una tendencia en el sector del interiorismo de arquitectura del mundo del diseño. La varilla es muy apreciada por la transparencia, por la elegancia, por las curvas, por lo orgánico que es y así empezamos. Fuimos a Milán con esa silla y con una mesa y eso fueron los inicios.

¿Tienen ahora su propio equipo de diseño para las creaciones de sillas y mesas?

Tenemos un equipo de diseño interno y luego una dirección de arte externa que nos ayuda con los materiales con los diseñadores. Ahora mismo, la mitad de los modelos son de diseñadores externos, algunos conocidos como el estudio de arquitectura Zaha Hadid Architects que se presentó en el Salone del Mobile en Milán. Todos han entendido nuestra filosofía, la personalidad de la marca y la línea de producto que queremos hacer.

¿Cómo explica el cambio de iSiMAR y el paso de ser una empresa metalúrgica a una tan reconocida en su sector del mobiliario exterior?

Para mí es una historia de transformación industrial basada en el diseño. Las áreas que no existían en la empresa cuando entramos eran justamente el diseño y la internacionalización. Aquí nadie hablaba inglés porque no hacía falta. Teníamos cuatro clientes que estaban a la vuelta de la esquina. Nosotros desde el principio empezamos a mirar fuera y ahí nos dimos cuenta de que si te ibas lejos y no tenías diseño eras uno más. Conseguimos crear una marca bajo una personalidad de diseño. Ahora mismo vendemos en muchísimos países y la gente nos reconoce, y eso es lo más difícil en cualquier marca.

Luis Unceta, director de la empresa iSiMAR. PABLO LASAOSA
Luis Unceta, director de la empresa iSiMAR, en las instalaciones de la empresa en Noaín. PABLO LASAOSA

¿Cuál es la situación de la marca iSiMAR dentro del sector en la actualidad?

La marca iSiMAR empieza a ser un referente en el mundo del mobiliario de diseño exterior. Todavía somo pequeños en el sector, estamos creciendo y nuestra competencia factura 10 veces más. Empezamos hace poco y ya somos conocidos, dentro de nuestra humildad. El esfuerzo de la comercialización fue muy grande porque al principio no teníamos ni idea de quien elegía una silla en un Hotel.

Ese fue un inconveniente para ustedes, llegar a su cliente final. ¿A quién se dirigen en el caso de una venta para hoteles, por ejemplo?

Hay un equipo y hay un estilo de quien decide entre tres o cuatro marcas. Lo primero que había que hacer era darse a conocer, a través de muchas visitas. Ese ha sido el día a día. Generar muchas bases de datos, coger la maleta y salir fuera a visitar. Hacemos también muchas ferias, más de 10 al año y ahora tenemos a 12 personas fuera de España visitando estudios. 

¿Cuál ha sido una de las claves para introducirse en el sector?

Crear una línea de producto reconocible, con personalidad diferente en el mundo de las sillas y de las mesas donde es muy complicado diferenciarse y buscar ese nicho. Somos fabricantes, con todo lo que conlleva, con lo positivo y lo negativo. En lo positivo está muy claro que somos muy rápidos, somos auténticos, pero tenemos limitaciones porque sólo trabajamos este material. Y ahora queremos ir poco a poco innovando, pero siempre dentro del mundo del metal de exterior.

¿Cómo se puede evolucionar para seguir creciendo?

Nos hemos metido también en tapicería, con colchonetas, cojines, lo que nos ha permitido entrar en otros espacios. Hemos entrado con nuestros productos  en zonas de recepciones en zonas de Chillout, en zonas de piscina con tumbonas. Y esa ha sido para nosotros una evolución muy grande que nos ha ayudado mucho a crecer y a pensar en productos de más valor añadido, más complejos. Por ejemplo, en Milán hemos tenido sofás de dos y de tres plazas, en módulos más grandes con la idea también de no solamente estar en el mundo hotelero, de restauración y oficinas, sino también pasar al residencial, que es donde todavía no estamos.

¿Cómo se vivió en su momento el cambio dentro de la empresa al pasar a otro tipo de producción?

El cambio se aceptó muy bien, aunque todos los cambios cuestan. Pasamos de una manera de fabricar, que eran cinco clientes y 10 referencias, haciendo millones de unidades a 700 referencias y a fabricar de 10 en 10 o de 50 en 50 ya que fabricamos por pedido. Ese cambio a nivel organizativo y de producción es de caso de universidad. Cuando sufrimos la crisis todos nos convencimos de que el futuro era este, porque si no esta empresa estaría cerrada. No viviríamos para contarlo. 

¿Hubo que hacer muchos cambios?

Al principio buscamos un diseño de una línea de producto donde pudiéramos aprovechar la fábrica y que la fábrica pudiera hacer todo, pero claro se fue modernizando la cosa y la fábrica todavía necesita muchos retoques. Ahora estamos con una inversión muy importante de línea de pintura.


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