Luis Alberto 'Chiqui' González Sauceda tiene 54 años y es natural de Don Benito (Badajoz). Lleva ocho años en Navarra, siete en Puente la Reina y uno en Pamplona, donde se ha decidido a abrir un bar en el barrio de la Rochapea.
Todavía se llama bar Otamendi, según el letrero que cuelga en la parte superior del local, pero su nombre será la Ronda de Chiqui. Está en la avenida de Marcelo Celayeta 70, muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, de la perfumería Gema que cerró justo antes de nochevieja, o la pescadería Sesma que abrió María Sesma Ramos a comienzos de los años 60.
'Chiqui' ha trabajado en el hostal sidrería Zubi XXI de Puente la Reina durante siete años. "Me traje a mi hijo Luis Alberto González Gallego. He abierto este bar por mi hijo, que lleva ahora el bar la Ronda de Doha en Buztintxuri".
Abrió las puertas a los clientes de la Rochapea a comienzos del mes de marzo: "Aquí llevo tres días y antes cinco días más limpiando, con la gente esperando. Esto tiene que ir poco a poco. Viene gente que venía antes y me preguntan. Veremos sobre la marcha", comentaba hace un par de semanas.
Se han lanzado con un amplio surtido de ofertas: "Tenemos pinchos, raciones, menú del día a 12 euros. Hay oferta de café más pincho a tres euros y de martes a viernes pincho gratis por cada consumición".
La historia de 'Chiqui' es realmente llamativa: "Yo he sido autónomo 22 años en Don Benito. He tenido dos negocios y 16 empleados a mi cargo. Un bar de la cafetería del hospital comarcal entre Don Benito y Villanueva, y el segundo en la calle que se llamaba la Ronda".
"Después de 22 años ya me quemé y dije hasta aquí hemos llegado. Caí por Navarra casi de casualidad. Tenía un amiguete que fue camarero mío que me llamaba cada dos por tres. Me dijo que estaba en Puente la Reina que se está bien y dije allá voy".
"He estado siete años en el mismo sitio (Hostal Zubi XXI). Mi jefe allí (Jaime) me dio unas vitrinas buenas para colocar en la barra y así fue. Mi hijo se vino conmigo a Puente la Reina pero vivía en Pamplona", asegura Chiqui.
"Al tiempo, mi hijo se se cansó de ir y volver todos los días de Pamplona a Puente la Reina. Me dijo que cogiéramos un bar en Pamplona. Cogió uno con el nombre de la ronda de Doha, que así se llama su hija".
"Al final mi hijo me ha convencido y hemos cogido este bar que le vamos a llamar la Ronda de Chiqui que es como me llaman a mi, mi nombre de guerra", señala Chiqui muy orgulloso de su apodo.
"Empecé a trabajar de camarero a los doce años. No me he dado de baja nunca, gracias a Dios", concluye Chiqui con una gran sonrisa mientras atiende a los clientes que entran en un bar renovado y más moderno del que existía antes en el mismo local.
