• viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 10:34
 
 

CIENCIA

La química, cómplice en la conservación del Arte

El profesor de la Universidad de Navarra Adrián Durán explica el papel de esta ciencia en el análisis y la conservación del arte en un curso de verano.

Adrian Durán (UNAV).
Adrian Durán (UNAV).

Los trabajos de análisis, datación, conservación y conocimiento de las obras de arte no serían posibles sin la contribución de la ciencia. En concreto, de la ciencia de los materiales y de la química. Del papel de ambas disciplinas en el ámbito artístico habló el profesor Adrián Durán en el curso de verano “Ciencias duras masticadas”, impartido por la Universidad de Navarra durante esta semana con el objetivo de acercar diversos temas científicos complejos a la población general.

Según explica el profesor e investigador del departamento de Química de la Facultad de Ciencias, las técnicas actuales tienden a no ser invasivas: “Se están desarrollando técnicas analíticas que permiten conocer la composición y estructura interna de los materiales de la obra de arte sin necesidad de la extracción de muestras. Existen algunos equipos portátiles de difracción y fluorescencia de rayos X, equipos Raman, etc., que permiten, además del análisis no destructivo, el estudio in situ; es decir, en el lugar donde se hallen expuestas las obras”, detalla el experto.

Precisamente estas técnicas, que no dañan en absoluto la obra original, se han  empleado en un estudio realizado por científicos del Centre de Recherche et de Restauration des Musées de France -con la participación del profesor Durán, de la Universidad de Navarra- para conocer en profundidad las técnicas pictóricas que se utilizaron en la cueva de Rouffignac (Francia) y que datan de hace 13.000 años. “Hemos podido analizar las pinturas -que muestran caballos, cabras, mamuts, bisontes y rinocerontes- y saber su composición -óxidos de manganeso, principalmente-, obteniendo datos que aportan información muy valiosa sobre el modo de vida de aquellas comunidades”, detalla el investigador.

RAYOS X PARA ESTUDIAR LAS OBRAS

Uno de los trabajos más recientes en los que ha participado el profesor Durán ha consistido en el estudio de los morteros utilizados en algunas edificaciones de las épocas romana y árabe, halladas en las excavaciones arqueológicas del Real Alcázar de Sevilla. “Hubo un declive en la calidad de los morteros desde la época romana hasta la árabe. De hecho, a pesar de que en apariencia ambas civilizaciones recurrieron a áridos o agregados procedentes de la depresión del Guadalquivir, el ratio cal/agregado y su distribución en el mortero muestran que los romanos poseían una técnica constructiva superior”, explica. En este trabajo, publicado recientemente en la revista Archaeometry, colaboraron varios centros de investigación españoles.

El equipo que combina difracción con fluorescencia de rayos X y que permite realizar estudios no invasivos también se aplicó en el estudio de un pergamino del siglo XV que se hallaba en la Real Chancillería de Granada, y en el que se detectó la presencia de oro, plata, azurita, malaquita, bermellón, etc., en las diferentes partes del mismo (sello real, letra capital, escudos). Este último caso también se expondrá en el curso de verano. “En definitiva”, señala Adrián Durán, “el conocimiento de los componentes utilizados en las obras de arte nos permite conocer la tecnología o técnica de fabricación empleados por los grandes artistas, además de intentar datar los restos, en muchos casos por la presencia de ciertos pigmentos que se emplearon en determinados períodos, y, como consecuencia, ayudar en su restauración y preservación”. 


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