A los agricultores navarros el PSN les llama ultraderecha por querer ganarse el pan labrando las tierras con el sudor de su frente.
- domingo, 28 de abril de 2024
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El mismo día que el PSOE indulta todos los actos terroristas del procés, desde arrasar coches patrulla y robar las armas que había dentro, tratar de asesinar a policías en unas batallas de carrer borroker de una violencia criminal o matar a ciclistas de la Vuelta a España, intentando tirarles decenas de litros de aceite encima para que se estamparan a altas velocidades; ese mismo PSOE y ese mismo día, digo, se pone a desbarrar contra los agricultores navarros porque han empujado una puerta. Empate.
No contento el PSOE con amnistiar actos terroristas, por amnistiar, han amnistiado hasta a los Pujol, que algunas fuentes hablan de que su fortuna familiar, siempre vinculada a la Generalitat, es decir, a los dineros públicos, ronda los 3.000 millones de euros… para sanidad y educación, ya saben.
El mismo día que amnistían la colección de Ferraris y Lamborghinis -colección, ojo… o sea, un porrón- de un hijo del Jordi, a los agricultores navarros el PSN les llama ultraderecha por querer ganarse el pan labrando las tierras con el sudor de su frente.
Se ha sumado a la fiesta hasta Remírez, del partido que regaló hace unos meses la alcaldía de Pamplona a los que quisieron quemarle vivo en su casa de la Chantrea, que ahora esta lamiéndole las botas al sanchismo en Madrid, y se ha puesto a berrear contra los trabajadores del campo por las redes sociales.
Maravilloso espectáculo… por ridículo. Si después de este ataque contra los agricultores alguien en la Ribera de Navarra vota PSOE será por puro masoquismo.
Ver al PSN boquear a la desesperada y agitar los brazos invocando ya no sabe ni qué, completamente preso del delirio porque es incapaz de desactivar lo que es imposible de desactivar, que la gente olvide la descomunal corrupción socialista, que se ha destapado a cuenta del material sanitario de la pandemia, o la amnistía de actos terribles y robos elefantiásicos de sus socios de Cataluña, da bastante vergüenza ajena.
El secretario de las juventudes socialistas, de nombre Kevin y de oficio gay, se puso ayer a despotricar, en tuiter también, llamándoles a los trabajadores del campo extrema derecha y trumpistas, así, sin anestesia, como si estuviéramos en Güichitá -en euskera baturra Gitxita-, superando todas las cotas del hazmerreir y el bochorno ajeno.
¡Trumpistas! Me despollo, lo confieso. Estoy deseando tener la típica bulla de tráfico de coche a coche por Irroña para bajar la ventanilla, sacar la cabeza y llamarle al otro conductor trumpista.
El PSOE navarro ha pasado a dar toda la lacha del mundo y sin intención de dejar esa senda, la vocinglera y aguardentosa de Coronalzorriz, que misteriosamente anda bastante de perfil esta temporada viendo cómo han caído sus amigos Koldo y Ábalos y se tambalea su más que amigo, mentor, Santos Cerdán.
¡Un agricultor de Larraga o de Falces o de Cadreita… nada menos que trumpista! El chiste se hace solo de lo alejados de la realidad que están estos vividores a cuenta de los presupuestos públicos de Navarra.
Cualquier día les da por pedir al departamento de traducciones de la diputación que les diga cuál es el equivalente a redneck en el idioma de los nacionalistas vascos, para darle más dramatismo al asunto de hacer el ridículo insultando desde el gobierno foral a una gran parte de la población navarra, otra más. Y es es todo.
