• sábado, 01 de junio de 2024
  • Actualizado 15:51
 
 

SOCIEDAD

El restaurante de un pueblo de Navarra que maravilla con su chuletón en un paraje de ensueño

Fue una antigua factoría de leche reconvertida en restaurante y es el lugar perfecto para disfrutar de platos caseros. 

Imagen del Restaurante Sidrería Aitona en el Valle de la Ulzama. restauranteaitona.com
Imagen del Restaurante Sidrería Aitona en el Valle de la Ulzama. restauranteaitona.com

En un remanso de serenidad en Navarra, se encuentra el Valle de Ulzama a 25 kilómetros de Pamplona, con paisajes de prados verdes y rodeado de frondosos bosques de robles y hayas.

Este apacible valle, cuya capital es Larrainzar, se sitúa al noroeste de Navarra y ofrece un entorno idílico con pequeños pueblos de cuidada estética. Cada uno de los 15 pueblos que componen el Valle de Ulzama merece una visita. Sus grandes casas de piedra, con tejados a dos aguas, puertas de medio punto y amplias balconadas, reflejan la arquitectura tradicional de la región.

Entre las paradas recomendadas, Elso, Guerendiáin y Guelbenzu ofrecen vistas panorámicas impresionantes del Valle de Ulzama y sus alrededores. Para una visita más pausada, las casas señoriales de Cenoz, así como los cascos urbanos de Elzaburu y Arraiz, son imperdibles.

Disfruta de la plaza frente a la iglesia en Ilarregui, la pintoresca calle de Iráizozy las encantadoras viviendas junto al arroyo en Auza.

Cerca de Elzaburu, encontrarás la pista que te lleva a la Yeguada de la Ulzama, un extenso terreno dedicado a la cría de caballos pura sangre para carreras. El valle también cuenta con importantes muestras de arte, como la iglesia de Urrizola-Galáin y las tallas marianas de Belate en Alcoz.

En resumen, el Valle de Ulzama ofrece un entorno paradisíaco y actividades para todas las estaciones: desde relajarse junto al fuego en invierno hasta pasear por sus senderos en verano, disfrutando de la paleta de colores otoñales.

Después de visitar esta zona tan interesante, se encuentra el Restaurante Sidrería Aitona, una antigua factoría de leche reconvertida en restaurante y es el lugar perfecto para disfrutar de exquisitos platos en un ambiente tranquilo junto a familiares y amigos.

Con tres comedores, bar, amplio aparcamiento, columpios y terraza con vistas a los prados y bosques de Ulzama, Aitona ofrece un espacio acogedor para todas las ocasiones. En la primera planta, el Salón Noble con capacidad para 50 personas es ideal para reuniones de empresa, celebraciones familiares o eventos privados.

Los platos, elaborados con productos de calidad y temporada, incluyen especialidades locales como chuletón de vaca, cuajada y postres caseros, acompañados de sidra elaborada en casa.

Abierto de 9 a 20 horas, todos los días de la semana menos el miércoles. Aitona ofrece desayunos, almuerzos, meriendas y cenas para todos los gustos y presupuestos, con menús especiales para grupos y servicio de autobús desde Pamplona disponible bajo solicitud.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
El restaurante de un pueblo de Navarra que maravilla con su chuletón en un paraje de ensueño