• domingo, 19 de mayo de 2024
  • Actualizado 21:20

Opinión / A mí no me líe

Alzórriz como paradigma del fango provinciano

Por Javier Ancín

"Si tú coges las intervenciones de alguien tan limitado intelectualmente como Coronalzorriz, arquetipo de la política con minúsculas, ves que detrás de su mensaje solo hay un argumentario que le van pasando casi diariamente los picapedreros del departamento de comunicación de Ferraz y que suelta sin apartarse un milímetro de él".

El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, en una rueda de prensa. IÑIGO ALZUGARAY
El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, en una rueda de prensa. IÑIGO ALZUGARAY

Esto al final va de desbrozar, de quitar las malas hierbas, para poder mirar lo que hay debajo. Meterle pala a la tierra inerte e ir descendiendo, como cuando jugamos a ser arqueólogos y en esa pequeña cata das con la belleza del mosaico romano: sus colores, sus formas. El trazo fino, la delicada trama de tonos, sepultado todo por toneladas de material inservible para nada más que crear barro, fango lo llaman ellos hoy, si lo mezclas con algún líquido.

Leo en un artículo de esta casa que un pintor de Burlada de 82 años cada vez se siente más feliz porque se mete en cuadros más más grandes, más complejos, que requieren de pinceles más finos y por lo tanto de una destreza mayor. La felicidad como detalle.

La felicidad como alejarse del emplasto, del mazacote, del tirar el cubo de pintura contra el lienzo. Y me gusta la idea.

Hoy todo son malas hierbas, toba improductiva, que en la sociedad podíamos llamarle política. Desde el poder sólo nos llegan consignas, ni siquiera mensajes. Eslóganes fácilmente memorizables para que los suelten los adeptos, creyendo que con ellos, arrojándolos en mitad de una conversación de desafectos, pueden aniquilar a los contrarios. Fachosfera, fascista... y ya estaría el trabajo hecho. Antaño se necesitaba algo más de argumentación. Hoy hemos llegado al destilado perfecto. Una palabra como una granada de mano y listo.

Esto se ve ve mejor en provincias que en la política nacional, la de primera división, donde todos se creen más creativos y los actores, sin apartarse de la ortodoxia, meten bastantes longanizas propias o, al menos, las cocinan para darles su toque. Para los que hemos trabajado detrás del tinglado que ve el público, en las tramoyas, en las calderas, da bastante vergüenza ajena toparse tan descarnadamente con ello.

Si tú coges las intervenciones de alguien tan limitado intelectualmente como Coronalzorriz, arquetipo de la política con minúsculas, ese es el motivo por el que me hace gracia el personaje, ves que detrás de su mensaje solo hay un argumentario que le van pasando casi diariamente los picapedreros del departamento de comunicación de Ferraz y que suelta sin apartarse un milímetro de él. Por eso, pese a lo barullas que es, lo incendiario, la política de aniquilación que practica nunca tiene problema alguno dentro del partido.

Es un el peón con el que toda estructura política sueña. De toda la lista de soflamas que le pasan, a diferencia de algunos compañeros que se cortan más, no tengo pelotas de usar esta o esa otra porque me da vergüenza, Coronalzorriz las suelta todas, incluso, estoy convencido, por el orden que han sido escritas. No se deja ni una en el tintero. Estos elementos son conscientes de que no cobran de la crítica sino de su público. Así que dar vergüenza a quien no le paga, se la sopla. ¿Por qué creen que ha llegado tan alto en su partido regional, por su inteligencia extrema, por su agudeza en el análisis, por lo que opinen juntaletras como yo? No, porque transmite de forma total lo que le piden que transmita, sin cuestionar, sin valorar, sin pensar.

¿Será feliz? Lo dudo, Coronalzorriz es lo contrario a esta fórmula de la finura que comentaba al principio nuestro pintor, pero tiene dinero fácil, que para alguien con ausencia de sensibilidad, es un sucedáneo perfectamente válido. Y eso es todo.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
Alzórriz como paradigma del fango provinciano