La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona ya se ha despedido de los Sanfermines y no volverán a salir hasta el 8 de septiembre, día en que se cumplen 600 años del Privilegio de la Unión.
La ubicación de la despedida de los gigantes ha cambiado este año a la plaza del Castillo, donde el ambiente ha sido diferente a pesar de todos los esfuerzos por parte de los músicos e integrantes de la comparsa, que no estaban del todo satisfechos.
En un primer momento, los gigantes se iban a guardar en el Palacio de Navarra, donde los niños y niñas podían decir adiós a sus figuras favoritas. No obstante, de madrugada, la comparsa recibió un mensaje en el que no podían finalmente despedirse ahí.
Con poco margen de reacción, finalmente decidieron que de la plaza del Castillo irían a la Estación de Autobuses, lugar donde se suelen guardar. Este cambio ha hecho que las familias se hayan sentido confusas al no saber muy bien dónde exactamente los gigantes ponían fin a nueve días de fiestas.
El acto de la plaza del Castillo ha comenzado con los gigantes bailando entre el escenario donde se realizan los conciertos y el kiosko. Ahí, durante unos minutos han danzado al son de la música. Los kilikis y cabezudos mientras aguardaban en el kiosko esperando su momento.
Así las cosas, los gigantes se han empezado a mezclar entre las familias y los niños y niñas han tenido la oportunidad de darles un beso. Mientras, kilikis, cabezudos y zaldikos han lanzado caramelos que, a pesar del calor que hacía, la gente iba corriendo a cogerlos.
El paso de los minutos ha hecho que muchas familias se fueran a refugiar a la sombra mientras salían a escena otros personajes. Mientras, el conocido artista navarro Serafín Zubiri junto con otros músicos han amenizado también la despedida con diferentes canciones.
En la habitual despedida en la plaza del Ayuntamiento, los gigantes se guardaban en el zaguán del consistorio, haciendo que las miles de personas reunidas en la propia plaza, se sintieran cerca de sus figuras favoritas.
En esta ocasión, la Comparsa ha encabezado el pasacalles hasta la estación de autobuses de Pamplona, donde tienen el almacén. No obstante, se han vivido momentos de tensión debido a confusiones.
Cuando la Comparsa y el público han llegado al lugar para bajar por la rampa, agentes de la Policía Municipal tenían la orden de no dejar pasarles. Un momento extraño, ya que debían bajar para despedirse del todo. Así, el público, con enfado, han comenzado a pitar ante una situación que estaba empañando el emotivo momento de los Sanfermines.
Aun con todo, finalmente los gigantes, kilikis, cabezudos y zaldikos, han podido bajar y despedirse defintivamente de todos los niños hasta los próximos Sanfermines de 2024.
