Jesús Mari Aizpún Larrañaga es un navarro de 65 años del valle de Arakil "desde los 10 años pamplonés de la Rochapea al trasladarse mi familia" que disfruta de las fiestas de San Fermín 2023 de una manera muy diferente, sin la obligación de levantarse a las 5 de la mañana para trabajar de portero en la Plaza de Toros de Pamplona.
Se jubiló hace apenas un mes: "El 9 de junio, tras 47 años en la Plaza de Toros y 43 en El Sadar y de mi trabajo tras 34 años en Gestamp Navarra, y antes en un almacén de alimentación. Trabajando desde chaval. Toda la vida currando", asegura.
"Ahora estoy disfrutando sin la obligación de venir a los encierros y a la corrida, aunque los anteriores también disfrutaba lo que podía. Al encierro pasaban lista a las 5,45 horas de la mañana y por la tarde a las 17 horas hay que estar preparado para la corrida", afirma Jesús Mari.
"Me decían algunos compañeros que me iba a aburrir, pero a lo bueno se aclimata uno enseguida. Me lo paso muy bien en Pamplona. Me gusta ir a conciertos, una coral, exposiciones de pintura...".
Jesús Mari siente ahora una nostalgia relativa: "Lo echas un poquillo en falta por los ratos muy buenos, por los compañeros y conoces mucha gente, pero ahora vengo de visita. La mayor parte son recuerdos gratos, excepto cuando alguno venía un poco bebido, pero sin más".
Está un poco dolido porque no le han dado ni un detalle tras la jubilación: "No han tenido ese detalle. Lo echo en falta un poco, tanto en la Plaza de Toros como en Osasuna. No te digo que me pongan un monumento, pero sí una placa, una camiseta o algún reconocimiento. No una cosa muy grande. Un pequeño detalle, sin más", asegura Jesús Mari.
Las fiestas de Pamplona son algo muy grande para él: "Me encantan los Sanfermines. Estoy orgullosísimo de ser navarro. Además, un sobrino está ahora trabajando en la plaza, Iñaki Zabalegui, y antes un hermano estuvo de portero y un cuñado también, pero se jubilaron antes que yo", indica Jesús Mari.
Recuerda sus inicios en la Plaza de Toros: "Empecé en 1976 y me tocó ver todos los incidentes de los Sanfermines del 1978 en primera fila. Estaba también de voluntario en Cruz Roja como conductor y estuve toda la noche con las ambulancias", afirma Jesús Mari.
No es un gran aficionado a los toros,"pero después de ver tantos años entiendo un poco y me gustan los toros. Entré de acomodador por la zona de las peñas, luego en la sombra, de portero interior, de portero exterior y los últimos años en la puerta de palcos donde pasan las autoridades.
Jesús Mari tiene sus sitios preferidos: "La zona de los corrales es muy bonita y el patio de caballos. Conozco todos los rincones de la Plaza. Me ha tocado por todo", afirma orgulloso.
Ha compaginado este trabajo de verano con otro muy parecido durante 43 años, la de portero del estadio de El Sadar desde 1980: "Cuando Osasuna ascendió a Primera división en Murcia me preguntaron si me interesaba trabajar con ellos al ampliar la plantilla de los fijos discontinuos".
Se lo ha pasado bien en todos los sitios: "En El Sadar he estado de acomodador, en el aparcamiento de coches que rodeaba el estadio, en una puerta de pases de clubes convenidos y los últimos años de portero exterior en grada lateral", concluye Jesús Mari Aizpún.
