Estaba previsto que la Comparsa de Gigantes de Pamplona se despidiera de todos los niños de la ciudad en la Plaza del Castillo y que finalmente se retiraran al patio del Palacio de Navarra, la sede del Gobierno foral, pero finalmente, los gigantes, zaldikos, cabezudos y kilikis se confinarán hasta el mes de septiembre en su almacén de la estación de autobuses de Pamplona.
La polémica surge cuando desde el Ayuntamiento de Pamplona se decide por "cuestiones logísticas" que la Comparsa se recoja en su sede habitual, pero la presidenta del Gobierno de Navarra en funciones, María Chivite lo ha considerado un agravio.
Y es que, el Gobierno de Navarra había anunciado una recepción por todo lo alto a la Comparsa una vez finalizado el acto de despedida en la Plaza del Castillo, en la que iba a ejercer de anfitriona la propia Chivite.
Desde el Ayuntamiento argumentan la decisión por motivos "logísticos" para no tener que trasladar de nuevo mañana a los gigantes hasta la estación en un camión, pero las indicaciones del Área de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona no han convencido a la presidenta, que ve intencionalidad política.
En este sentido, en Carlos III creen que ha perdido una muy buena oportunidad de hacer campaña de cara a las elecciones con la decisión del Ayuntamiento de no dejarles "guardar" a los gigantes. Porque lo cierto es que el PSN no ha desperdiciado estos días sanfermineros para valerse de las instituciones para hacer campaña electoral.
Así, el pasado 8 de julio programaron el acto de entrega de la medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo al ex futbolista enfermo de ELA, Juan Carlos Unzué; un acto que debería haberse celebrado en Madrid y no en el marco de las fiestas de San Fermín y en Pamplona, pero el PSN vio una buena oportunidad para pasear al ministro Miquel Iceta.
Igualmente, la propia Chivite se dejó ver con un peto naranja de Protección Civil en una mañana de San Fermín en el recorrido del encierro. Un paseo que no tenía más objetivo que el de, efectivamente, dejarse ver.
